Sungazing: Mirar el Sol

En nuestra cultura nos han enseñado a temer al Sol y a escondernos de él, cuando en realidad toda nuestra vida depende del Sol, empezando por que nutre a los vegetales, que están al inicio de la cadena alimenticia. Él es nuestro gran benefactor; equilibra la naturaleza y la ecología.
Esto predica Hira Ratan Manek, conocido como el mensajero del Sol y su tecnica: el Sun Gazing, es una forma de tratak, debe practicarse en la primera hora de la mañana y en la ultima del dia debe practicarse de pie, DESCALZO y SOBRE LA TIERRA. Sin zapatos, sin pisar cemento, piedra o incluso hierba del campo o césped (la hierba absorbe la energía solar). Se debe estar de pie sobre arena o sobre gravilla/barro/tierra: los pies descalzos deben estar en contacto con la tierra. Durante este espacio de tiempo, los rayos solares no tienen mucha fuerza, y la radiación UV es menor, así que no se causará ningún daño a los ojos. Comienza observando (o simplemente mirando) al sol durante sólo 10 segundos. No lo mires fijamente ni enfoques la vista a él: simplemente míralo. Deshazte del estrés y la tensión, y relaja los músculos faciales y los ojos.

Mantén una postura relajada. No es necesario mantener la mirada sin pestañear: deja que el parpadeo se produzca normalmente. Mientras lo practicas, debes buscar una actitud de "entrega" a la energía natural y cósmica del sol, así como un "auto-convencimiento" y una creencia profunda de que esta práctica te va a ayudar/curar/nutrir. Aumenta el tiempo que "miras al sol" 10 segundos más cada día. En el plazo de tres meses, estarás practicándolo alrededor de 15 minutos. En ese momento, toda la tensión mental, los problemas, etc. desaparecerán.
Esto, en sí mismo, es algo muy importante. Si éste es tu objetivo, puedes abandonar la práctica en ese momento y comenzar con la "práctica pos-mirar al sol".
Si deseas continuar, hazlo durante otros tres meses más, aumentando 10 segundos cada día. Cuando lleves ya seis meses practicando, estarás alrededor de los 30 minutos. En ese momento, todos tu malestar y tus dolencias físicas habrán desaparecido. Si éste es tu objetivo, puedes abandonar la práctica en ese momento y comenzar con la "práctica pos-mirar al sol". Sin embargo, si deseas continuar, hazlo durante otros tres meses más, aumentando de nuevo 10 segundos más cada día. Cuando ya hayas llegado a los nueve meses de práctica, estarás alrededor de los 44 minutos. Este es el máximo.

NO SUPERES los 44 minutos. Notarás que en este periodo la sensación de hambre va a ir disminuyendo hasta que finalmente desaparezca y ya no necesites la comida nunca más.
La práctica de mirar al sol debe abandonarse en ese momento, pues ya no será necesario continuar con ella. Según Shri Manek, durante los primeros tres meses la glándula pineal se está activando, y el hipotálamo (o el camino del ojo al cerebro) se está cargando. Tras este periodo, la energía solar comienza a almacenarse en cada una de las células del cuerpo. Cuando todas ellas están cargadas ya no es necesario continuar "mirando al sol". Solamente es necesario realizar la práctica "pos-mirar al sol" para que el cuerpo se recargue. Shri Manek explica que nuestro cuerpo necesita grandes cantidades de energía para digerir alimentos y para que nuestro cerebro/mente se ocupe de todos los problemas mentales, depresión, sentimientos negativos, etc. que sufrimos. Sri Manek asegura que, ya que la práctica de "Mirar al sol" ha acabado con todos estos problemas mentales, él se siente calmado y tranquilo, así que no utiliza/pierde energía. Puesto que ya no come, tampoco requiere energía para la digestión. ¡Así, sus necesidades energéticas se reducen enormemente y puede hacerles frente sin necesidad de comida!

Qi y corazas musculares



Las emociones afectan al ser humano de diversas maneras, la generación de gestos y corazas musculares ante eventos que nos causan placer o dolor son inevitables porque forman parte de nuestra expresividad.Cuando las sensaciones son intensas, generan una memoria que perdura y que luego volverá a ser activada cada vez que una sensación similar aparezca. Cuando sufrimos una pena y sollozamos o lloramos, el diafragma tiende ascender y la inhalación es más larga que la exhalación. Esto genera una sensación de frío corporal y una limitación en la expansión de los pulmones, que en la medicina tradicional china se asocia a la tristeza y la melancolía. Si la musculatura diafragmática no se reacomoda porque la sensación fue muy intensa, estaremos con el llanto a flor de piel y quedaremos expuestos a brotes de hipersensibilidad ante las situaciones más insignificantes. Cuando la situación es de alegría o cuando nos reímos, se genera un brusco descenso del diafragma, que al golpear la cápsula suprarrenal causa calor y euforia, aumentando la producción de sustancias como la adrenalina. La exhalación se vuelve más larga que la inhalación y el fuego del corazón se aplaca, como diríamos desde la medicina tradicional china.Ya las viejas tradiciones shamánicas chinas conocían las técnicas de la emisión de sonidos para regular las emociones y el ánimo. Los sonidos clásicos del Hen y del Ha proporcionaban las claves para reacomodar el diafragma y ajustar la emoción a través de la respiración.
El sonido Hen se practica en inhalación –es similar al sollozo- y a través de su acción elevadora del diafragma, equilibra a las personas eufóricas, extremadamente yang, que les cuesta dormir y que sienten con frecuencia calor corporal.El sonido Ha es una exhalación fuerte, similar a la risa, que colabora en el descenso del diafragma para aumentar el calor corporal y activar a las personas yin, que tienen sus fun-ciones corporales lentas y carecen a veces de la voluntad necesaria para completar sus tareas diarias.La práctica cotidiana de este antiguo método de Chi Kung de manera preventiva, ayuda a equilibrar la mente, a controlar mejor el músculo diafragmático y a desarrollar una mejor defensa mental frente a los inevitables avatares de nuestra vida.
En las formas de las Artes Marciales externas los movimientos más ofensivos tienen la misma intención, que es la de liberar el Chi del pecho a través del sonido, para que no quede estancado en el cuerpo y pueda ser expulsado mediante un golpe. En China se usa el sonido “Ha” y en Japón el “Kiai”.Pero las corazas musculares no tienen un lugar fijo de aparición, se pueden dar en cualquier parte, según el gesto que generemos de manera reiterativa. Por eso vemos gente que ante situaciones críticas se contractura en los trapecios, en los músculos vertebrales, etcétera. Estas contracturas bloquean la circulación de la sangre y también de la bioelectricidad. Ante una contractura cervical severa, no sólo la sangre no irrigará bien y notaremos mareos o un síndrome vertiginoso, sino también que la bioelectricidad (el Chi) congestionará esas áreas y esto generará dolor.Las vías de escape de la energía son las puntas y las zonas de menor resistencia, es por eso que la relajación, que es base y principio de la práctica de Tai Chi, genera una no resistencia y una movilización del Chi y de la sangre. Las memorias musculares que se activan ante eventos emocionales bloquean el Chi y causan enfermedad, pues la energía y los fluidos deben circular en el cuerpo, de lo contrario generan calor, inflamación o infecciones. Las corazas son pensamientos cristalizados en la materia, actitudes corporales de defensa ante situaciones que no podemos controlar.